Recuerdo haber asistido a numerosas sesiones de la mal llamada evaluación del rendimiento; en unas ocasiones conduciendo la sesión y, en otras, siendo objeto de evaluación. Hoy puedo decir, sin temor a equivocarme, que sólo en limitadas ocasiones tuvieron algún efecto positivo en el desarrollo de nuevos comportamientos y, como consecuencia, en la productividad.
A ésto…
